jueves, 22 de enero de 2009

XI

Es obvio que nuestra visión de los hechos es subjetiva, ya que no tenemos más ojos que los nuestros, ni más experiencias que las que guardamos en la memoria.
A medida que he ido creciendo me he dado cuenta de lo diferente que me siento con respecto a la gente que me rodea. He de suponer que esto es generalizado, que todo el mundo es diferente entre sí o al menos así lo sienten; pero, curiosamente, muchas personas que me han rodeado han considerado que yo pensaba una cosa u otra según no sé qué rasero (un rasero más habitual de lo que creía).
Voy a explicarlo de la siguiente manera. ¿Recordáis a la amistad de mi peque de la que os he hablado con anterioridad? Ella creía que a mí me caía mal, ni idea de dónde sacó tal cosa. Otro ejemplo; hace un par de años estaba conviviendo con una "amiga" que conocía desde hace más de 10 años. Hacíamos la compra por separado, pero algunos productos coincidían y estaban colocados en los mismos lugares. Para no coger los suyos (no me parecería justo) decidí ponerles la primera letra de mi nombre en alguna parte del envoltorio. Ni siquiera fui consciente de la doble lectura que esto supondría. Ella decidió hacer lo mismo con sus cosas.
De tonta o ingenua que soy, no me dí cuenta de que pensó que ponía las letras para que ella no cogiese mis cosas, cuando esa posibilidad ni siquiera se me había pasado por la cabeza.
Puede que alguien no me crea tan tonta, pero para esas cosas lo soy, de verdad. No digo que no pueda pensar mal, pero me cuesta creer que las personas hagan todo a mala fe.
Otro ejemplo: hace un par de años trabajaba en este tipo de trabajos basura, al menos daba para mantenerme, cual no sería mi sorpresa que una de mis compañeras llevaba, desde que había empezado a trabajar allí, poniéndome de vuelta y media... y yo pensando que solo era una mujer seria a la que no le costaba reír... y un poco marimandona.
Llamadme estúpida, ingenua... lo que queráis... hasta rarita de las narices... pero soy así, prefiero no estar constantemente con la mosca detrás de la oreja, pensando qué cosas negativas o malas pueden pensar las y los que me rodean.
Vuelvo a decir que no soy una santa, pero debe de ser estresante ver en las y los demás, personas de las que no te puedes fiar... y a veces creo que la mayoría de la gente es así, suspicaz, desconfiada. Lo curioso es que estas mismas personas son las que terminan siendo tan desequilibradas que no puedes fiarte de ellas.

1 comentario:

guada dijo...

uy, cierto, por eso a veces me dan palos, siejke, a veces es que parezco tonta, joer como te entiendo
besos