viernes, 28 de octubre de 2011

XIX- Cuatro

Que curiosa es la vida...
Ya llevo cuatro años con mi peque, tan dulce, tan sensible, con caracter, eso sí.
La verdad es que hace mucho que no me planteo la vida más allá de una semana, un mes... nunca llego al año. No me suelo plantear donde estaré en un año, porque tantas veces se me han roto los planes a tan largo plazo, que ya no creo en ellos.
Últimamente he estado escuchando de mi peque un montón de ideas sobre la ley de la atracción. Yo no sé como funciona, pero hace tiempo que creo que tengo una estrella pegada en el culo:
  • Cuando me veo muy pillada de dinero, alguien me lo da o me surge un trabajo que me puede ayudar a obtenerlo.
  • Si me pongo enferma, los peores días son cuando no trabajo, lo que me permite acudir al mismo.
De todas formas, todo va muy lento en el universo, porque el universo tiene tiempo y a veces no apuesto por el caballo más rápido.

Una de las cosas de las que me siento más orgullosa (y siento el cambio de temas constante, pero estoy dejando divagar a mi cerebro) es el ser formadora, bueno, aunque cobro como monitora, pero lo de monitora me parece bien para entretener, yo trato de explicar, de ayudar a través de la palabra, ya que no tengo otra cosa. Pero ahora mismo me siento un poco frustrada, porque quiero usar mi palabra y mi cuerpo para dar vida a personajes, ser actriz me hace sentir plena, ni siquiera cantar me hacía sentir tan bien conmigo misma... y no lo hago nada mal. Aunque a veces pienso si estoy haciendo bien persiguiendo una profesión tan precaria como es la interpretación.

A veces mi caballo parece que cojea...

lunes, 5 de abril de 2010

XVIII


Ya llevo en este piso casi dos años y no lo quiero dejar, pero las circunstancias obligan. La realidad es que he estado muy a gusto en este lugar acogedor y abuhardillado donde hemos metido, mi peque y yo, mucho equipaje de vida.

Me vine a este piso casi huyendo de una compañera de piso que me estaba haciendo la vida imposible, una compañera de piso que había sido mi amiga (o eso creía yo). Con el tiempo me he dado cuenta de que ni me conoce, ni sabe cómo soy, ni le importa. Se hizo en su loca cabeza una idea y olvídate de la realidad.

Un dato para que nos entendamos... con nosotras vino a vivir su hermana y estaban felicísimas las dos y conmigo a disgusto (ella, no la hermana). Me voy, se van a vivir juntas, y ahora cada una vive en un sitio distinto... a eso le llamo que cuando ha desaparecido alguien a la que culpar de todo, aparecen los conflictos.

Es una maltratadora psicológica, pero desde fuera casi todo el mundo la considera la víctima... y es desesperante. Pero a todo se hace una y si les gusta elegir bando, que lo hagan. Para tener amistades así... es mejor no tenerlas.

Bueno, habría mucho que contar... y hoy no tengo ganas.

Ahora mismo estoy pensando en cómo descubrí este piso... por casualidad... y como me vine a él yo sola. Bueno, sola lo pagaba, pero sola he estado poco :)

Mi Peque vino al cabo de casi un año a vivir conmigo de forma oficial... y se trajo consigo todo lo suyo... desde entonces "non nos remexemos" (es decir, no cabemos) Así que, a pesar de que el presupuesto no es tan elevado como nos gustaría, hemos decidido mudarnos de piso.

Uno grande, con mucha luz donde poder trabajar y estar bien :)

Pronto trabajo... crucemos los dedos...

miércoles, 7 de octubre de 2009

XVII


Ha empezado a llover y hoy estoy sola. Mi peque está trabajando y lleva desde el lunes por la tarde fuera. Pero vuelve hoy y estoy contenta, la verdad, pensé que non iba a volver hasta el viernes y eso de estar cuatro días sola es un horror, sobre todo por las noches. Un ejemplo, al no tenerle a mi lado en la cama retraso lo máximo posible el ir a dormir, ya que, a pesar de que cuando duermo, duermo bien, me resulta complicado ir a dormir sin sueño.

Cuando está mi peque pone el brazo bajo mi cabeza y yo me pongo lateral o boca abajo agarrada a su torso o a su brazo derecho. Pongo el culo cerca de su pierna para que me lo caliente y la espalda bien pegada, ya que si me coge el frío en la espalda, siempre me duele un montón. Luego le doy besitos en la piel que tengo debajo de la cabeza.

La ternura invade mi pecho y a veces la lujuria. Mi pobre peque a veces se asusta porque le doy un bocado, no es por mal, es que a veces me gustaría comérmelo a mordiscos.

Me gusta mucho dormir con mi peque.

miércoles, 6 de mayo de 2009

XVI


Al fin sol, al fin luz radiante que me despierta cada mañana...



Si no fuese porque duermo mal...



Antes era mujer de verano, de ese calor que tocaba mi piel y cambiaba mi color invernal por un color dorado. Pero ahora me gusta la primavera y el otoño, esa primavera cálida que hace despertar a los animales, a las plantas, a mí. El otoño me gusta porque tiene un algo de modorra, con sus colores vivos, rojos, marrones, verde intenso...



Pero hoy hablaré de la primavera.



Me gusta ver brotar los capullos incipientes y ansiosos, me gusta escuchar el trino alegre de los pájaros, me gusta ver cómo los días se alargan y como las plantas estrenan verdor.



Me gusta sentir los primeros rayos calientes del año, como las nubes blancas se van disipando y como la hierba parece brillar fosforita a mi alrededor.



También me gusta ver como la gente se desprende de ropa de más, como cubren sus cuerpos con livianas camisetas y pantalones cortos, como los cabellos reflejan el sol y cada persona de un color diferente. Me gusta ver los niños y niñas gozando del buen tiempo y como las personas mayores salen a pasear al fin y de como a todos y a todas aparecen a mis ojos con cuerpos y rostros mejor definidos, más claros.



Bueno, seguro que he olvidado de muchas buenas de la primavera, si eso ya me lo comentais :)

martes, 17 de marzo de 2009

XV


El tiempo pasa rápido, ¿no lo creéis así?

Últimamente me he sentido cansada, sin ánimo, quizás sea el comienzo de la primavera que siempre me afecta de un modo un tanto melancólico... muy al contrario de gente que conozco.

Ayer estuve con ganas de llorar durante varias horas y estaba muy desanimada en mis clases de tarde...

No creo que a todo el mundo le afecte del mismo modo, pero la presencia del verano me desespera, la verdad, esa especie de fin de año de vientos que huelen a calor y a hierba seca, un fin de año sin cenas familiares ni regalos, pero que a veces siento más fin de año que nunca...

Hay gente que le gusta porque son sus vacaciones, yo llevo sin verdaderas vacaciones desde hace casi 10 años, como comprenderéis, ante el temor de estar un año más sin ellas, no hace muy esperada esa época de sol y playa o río y montaña, ni siquiera voy a tener dinero para viajar y estaré pendiente de buscarme un trabajo. Además, no puedo tomar demasiado el sol, que tengo alergia, me salen ronchas y un prurito insoportable...

Dios, maldita melancolía!

viernes, 20 de febrero de 2009

XIV


La vida cuanto menos es peculiar, ahora que he alcanzado cierto equilibrio con mi peque, que todavía le faltan cosas por traer al piso... y yo tengo que hacerle sitio... van mis padres (después de 32 años juntos) se plantean el divorcio... bueno, mi madre.

Que si no aguanto a tu padre, que quiero al hombre con el que me casé.

Que si tu madre es una rencorosa y me está tirando todo a la cara.

Y yo, con mis años, aconsejándoles un especialista en cuestiones personales y matrimoniales.

La falta de comunicación es el problema.

Llevan años hablándose a gritos (mi madre) o con silencios (mi padre).
Ella se ha amargado al toparse siempre con una pared.

Él se ha encerrado en sí mismo, ha creado a su alrededor una burbuja que empieza a ser opaca y, o eso creo, falta de aire en su interior. Pero como no abre la puerta para ventilar...

Se han perdido el respeto mutuo, no se acarician sin más desde hace mucho, ambos no asumen que no son maduros... ¿quién lo es?

A ver si hay suerte y una persona neutral les ayuda, en mi caso tengo que evitar que arramplen conmigo y no me dejen vivir mi vida... que las madres y los padres son muy acaparadores... tanto... que a veces dan miedo.

jueves, 5 de febrero de 2009

XIII



El sexo sin amor es una acto vacío. Pero dentro de los actos vacíos, es uno de los mejores.”
Woody Allen

Hace casi dos años que mi peque y yo comenzamos una relación llena de actos vacíos que fuimos llenando con el tiempo.
Por el mes de septiembre del 2007 el vacío no estaba tan vacío y nos dimos cuenta de que, poco a poco, lo habíamos llenado de palabras, caricias, besos, miradas y sentimientos más profundos que un
te quiero.
Al cabo de un año mi peque tuvo que cambiar de domicilio y comenzó a vivir sin compañer@s.
Todo el mundo nos decía... y ¿por qué no compartís piso?... bueno... todo el mundo no, que a mi madre y a mi padre (clasicones de pro) no les hacía mucha gracia esa posibilidad.
Su piso parecía estupendo: dos habitaciones (dormitorio y estudio), una sala (con un mísero sofá y una mesa redonda de mármol y pequeña), una cocina (con miniarmarios), un cuarto de baño (con mampara) y un hueco de ascensor de almacén.
Perfecto!
Bueno... o eso creíamos. Hasta que empezó a llover a mares e hizo un frío que cortaba el aliento: el cuarto de baño no secaba nunca, el casero ha venido con un par de facturazas de gasoil que duelen como si te pisase un pié una apisonadora (90 eurazos por 25 días de calefacción, 3 ó 4 horas cada día!!), gotas de condensación en el techo (y no solo en el cuarto de baño), vaho al respirar y además todo comienza a tener moho.
Imperfecto!
Así que... y después de mucho hablar, hemos decidido aunar nuestros pisos en uno, el mío, que tiene 3 habitaciones y está muy bien de precio... el problema es ordenar y dejar hueco a sus cosas... pero no creo que haya demasiado problema... en mi cama, mi peque, no tiene un hueco... tiene la mitad de mis mantas, sábanas, almohada... y otras mitades de las que prefiero no hablar en público.
Nos hemos lanzado a la aventura...
No voy a negar que algo de miedo tengo pero... no me arrepiento de haber tomado esta decisión.
Antes no me consideraba preparada (mi peque tampoco lo estaba) pero hemos hablado mucho del tema y... teniendo en cuenta que estábamos o en su piso o en el mío (y pocas veces por independiente...) creo que hemos tomado la decisión adecuada.