lunes, 22 de diciembre de 2008

VIII

Ya estamos cerca de la Navidad, fechas indiscutiblemente melancólicas, al menos para mí. Claro que no está mal recibir los regalos, hacer el paripé de escribir la carta a l@s reyes/reinas mag@s, ir loca por ahí pensando qué rayos puedo regalar sin arruinarme, pero que sepas que le va a gustar a la persona que lo va a recibir (exceptuando quienes lo tienen todo, a esta clase de personas o nada les llega o les chifla cualquier cosa que les regales).
A veces, lo peor, es tener que ir corriendo a casa de tu madre y/o padre para ayudar en la cocina, el adorno, la limpieza... y sin vivir con ella o él o ell@s... es desesperante.
En mi caso ni siquiera les animo a que vengan a mi piso por si mi madre empieza a pasar el dedito por las estanterías y, después de comprobar que no están impolutas, me mira con suspicacia y reproche.
Bueno, he de consolarme, que al menos el regalo de mi peque ya lo tengo empaquetadito y preparado para dárselo en mano, esperando a cambio un poquito de "cariño"... jijijiji
No os empachéis y felices fiestas... a pesar de todo.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

VII

La ausencia de peque se me hace un extraño momento de soledad forzosa.
Por su parte trabajando en otra ciudad desde las 10 de la mañana hasta las mil, con unas ojeras que envidiaría la mismísima Morticia Adams y, por mi parte, descentrada, con cansancio, durmiendo mal... no es que esto sea nuevo, pero al menos si mi peque estuviese aquí, me animaría a leer, a prepararme, a seguir, a dormir con el calor de su cuerpecito suave...
Por la noche meto entre las sábanas una bolsa de agua caliente que está dentro de un peluche de color amarillo, que parece un monito y que me regaló mi ex... (por suerte ya no es de mi ex, es mío y solo mío... ¿no os ha pasado que las cosas que os han regalado o que habeis compartido con un o una ex, parecen no ser tuyos o tuyas del todo hasta que pasa un tiempo?... bueno... otro día hablaré de ello) y todo para tener alguna cosita que me dé calorcito en la cama... pero no es lo mismo...
Hoy por hoy llego al piso y estoy solita, veo la televisión y hago caritas de plastilina... ni siquiera soy capaz de leer... y aún así he cogido un libro en la biblioteca... a ver si esto de los plazos me anima a distraerme y a acabarme las seiscientos y pico páginas que dura el libro...
La nostalgia por mi peque es como una sombra que me persigue, que a veces me apaga la luz del sol o de la luna, que me atormenta, sobre todo por la noche, cuando me cuesta tanto irme a dormir en la soledad de un metro treinta y cinco. No siempre influye en mi ánimo, pero siempre soy consciente de su presencia; sé que está ahí.

viernes, 5 de diciembre de 2008

VI

Estos días las calles de mi ciudad parecen espejos de piedra.

Mi peque y yo no nos atrevemos a darnos la mano por si se nos congelan en un abrazo de cinco dedos.

Estos días se me hacen cortos y oscuros, fríos y lluviosos, agotadores.

Aún por encima tengo algunos desarreglos hormonales que no me ayudan nada, todo lo contrario, y voy caminando con mis piernotas de un lado para otro con la sensación de que estoy cansada al primer paso... desesperante, os lo digo de verdad.

Menos mal que tengo a mi peque, que cuando hace frío me da calor, cuando me entristezco me da un abrazo, cuando me pongo melosa me da un beso y si estoy insoportable me da comprensión. Pero que conste en acta que es recíproco... jajaja

Tengo ganas de primavera... y ni siquiera se puede decir que hayamos terminado el otoño.

Mas las hojas ya han caído, los árboles ya están desnudos en su delgadez ocre y mi nariz está roja y húmeda como la de un san bernardo.



miércoles, 3 de diciembre de 2008

VI


Últimamente estoy aprendiendo mucho del Ego, esa palabra que a tanta gente asusta, a otra agrada y, demasiada, ni siquiera es consciente de que lo tiene desmesurado.

Todo el mundo te negará que tenga un gran Ego, pero hablarán de sí mismas y sí mismos como si nadie más en el mundo importase.

¿Nunca os ha pasado el tener una amiga o amigo que primero, al hablar, pone el Yo delante?

Eso es tener un Ego desmesurado, sin control, que le sale por los poros como un veneno de encandilador atractivo... pero veneno al fin y al cabo. Y no se te ocurra corregirles, su Ego no te consentirá que discutas su posición "natural", delante de todas las cosas.

Yo tenía una "amiga" así, al final, me ha mandado a plantar margaritas en medio del desierto... mira que soy pánfila, y yo pensando que eran sus problemas personales, su vida más allá de la convivencia... pero su mayor problema era la menda.

Ay! Mira que es rara la gente...

No digo con esto que yo no tenga mi propio Ego, claro que lo tengo, mentiría si dijese lo contrario, y me cuesta educarlo, mantenerle en sus límites, a veces hasta se me desparrama, pero soy demasiado crítica conmigo misma, a veces me paso, y si me dicen algo bueno o bonito de mí... no termino de creerlo.

Todo debería ser en su justa medida, pero es tan difícil...